5 personajes de comedia que no conocías

Bueno, a lo mejor si, o a lo mejor no, a lo mejor estabas buscando una receta sobre cómo hacer un costillar y has llegado hasta aquí sin saber muy bien por qué. El caso es que nunca está de más ir de cacería y conocer nuevos personajes, quizás alguno de ellos te encandile y te animes a conocerlo dentro del universo de su serie.

Kenneth (30 Rock)

“Yo no bebo ninguna bebida caliente, esa es la temperatura del diablo”

Kenneth trabaja como recepcionista en la NBC, una trepidante profesión que él vive al máximo. La suya es la mejor vida que una persona podría tener, ya que él trabaja en el lugar donde se crean la magia y los sueños: La industria televisiva.

Kenneth es un joven ingenuo que ama la televisión por encima de todas las cosas. Bueno, por encima de todas las cosas mundanas, porque Dios ocupa el puesto uno del pódium de su corazón. Su comportamiento diario y su visión de la vida producen ternura e irritabilidad a partes iguales entre los profesionales de la NBC.

Con un entusiasmo quizás sólo superado por el mismísimo Bob Esponja, Kenneth todavía cree en la fuerza de esa industria que entretiene y enamora a millones de personas. Lo cree con muchísima fuerza. Kenneth es un ser tan puro que sus lágrimas podrían revivir a un unicornio.

La comicidad de este personaje radica en su positividad extrema y el contraste que esta crea en su ambiente. Excesivamente intenso, encantador y con unos límites morales muy peculiares, Kenneth es la guinda perfecta para una industria cimentada por profesionales hastiados, odios y envidias.

Mandy (Las macabras aventuras de Billie y Mandy) 

“El camino de la estupidez esta pavimentado de buenas acciones”

Tiene unos ocho años y es temida por sus padres, quienes siempre le hablan desde una distancia prudencial. Su vestido es rosa y su corazón más negro que las entrañas de Satán. Si te gustan los niños malvados, quiero que sepas que Mandy le quitaría los bollycaos a Damian en el recreo.

Este personaje sufre de un odio social patológico que le hace pensar que la única ventaja de las relaciones sociales es conseguir que los demás cumplan sus exigencias. Pues sí, una afirmación de la que la mismísima Cersei Lannister estaría orgullosa.

Su cabeza es un almacén de hilarantes frases despiadadas, nunca la verás decir algo positivo a alguien, pues la pequeña Mandy sólo sabe ofender y exigir. Siendo así, no es de extrañar que el único miedo que perturba a esta pequeña con vinagre en las venas sea convertirse en una persona afable y feliz. Terrorífico.

Mandy no es un personaje con muchos matices, pero no lo pretende ni lo necesita. Su comicidad radica en golpear con sus crueles comentarios a los personajes de su entorno. En su sencillez, funciona perfectamente y el efecto que crea su carácter despiadado se ve acrecentado por su edad y su apariencia inocente.

Paquita Salas (Paquita Salas) 

“¿Poco para ti Puente Viejo? Te han llamado de Puente Viejo, ¡Aprovecha esa oportunidad!”

Paquita triunfó en los 90 como representante de actores, la misma década en la que se han quedado estancados sus métodos y su agencia. Para que os hagáis una idea, Paquita tiene una estantería llena de videobooks de actores en VHS. No, no es que sea una nostálgica, es que no asume que ahora el rey del mundo es “el Interné”.

Si bien Paquita es resuelta, profesional y querida por todos, lleva consigo siempre el dolor de saber que hay algo que no está haciendo bien, que se le van los actores.  Te diría que es un poco personaje de Almodóvar, pero nah… es mejor que eso. Quizás lo más correcto sería decir que, con todos los ingredientes que la conforman, Paquita tiene la misma potencia que una tuneladora con las mechas de Terulu Campos.

Es señorona, tierna, profesional, perdedora, ridícula, dramática, intensa… En serio, es un personaje grande, muy grande. Tiene un encanto especial que hace que te quedes enganchada a ella y que no puedas parar de reír con sus salidas ni de entristecerte cuando las cosas no le van tan bien como deberían. Tragicómica como la vida misma, Paquita es un personaje que toca y que duele.

Denholm (Los Informáticos\ The IT Crowd)

Desde que su padre se suicidó, a Douglas le tocó ser director de Industrias Reynholm, la empresa que su progenitor creó teniendo tan sólo un sueño… y seis millones de dólares. Si bien su padre siempre se esforzó por crear todo tipo de actividades (ridículas) para sus trabajadores, él ni siquiera se molesta en aparentar ser un directivo moderno.

A Douglas le encanta derrochar el dinero de la empresa en cosas especialmente inútiles, así como pasar tiempo sentado en su escritorio viendo la vida pasar. Es elitista, grosero, despreocupado y arrogante, pero por supuesto, no hay denuncia que pueda pararle.

En el mundo no hay nada que le genere interés salvo las cosas que tengan que ver con él mismo y con su pene. Este directivo no presta atención ni a su empresa, ni a sus trabajadores. Aunque obviamente sí a sus trabajadoras, ya que para un hombre tan desagradable y asqueroso como él, tratar a las mujeres como objetos muy sexis es algo fundamental.

Haciendo uso de un humor de trazo grueso, Douglas genera recursos cómicos mostrándose maleducado, sexista, desconsiderado y homófobo. Es un imbécil sentado en un trono de oro diciéndole a los que están por debajo lo que deberían hacer. Este personaje detestable, infantil y directo, no es sino una caricatura del empresario que, en lugar de estar al poder, debería estar en la cárcel.

Mabel Pines (Gravity Falls)

“¿Bolas de hámster de tamaño humano? ¡Ese es mi tamaño! ”

El misterio más fácil de resolver en todo Gravity Falls es por qué todos los espectadores están enamorados de Mabel Pines. Quizás sea por su absurda capacidad de conectar dos ideas inconectables, o quizás por haberle declarado la guerra al aburrimiento y al monocolor. Cualquier respuesta es válida.

Esta adolescente vive en su propia burbuja color rosa chicle ¡Y le encanta! Enamoradiza e hiperactiva a partes iguales, Mabel es fanática de los chicos guapos y de los colores que molestan a la vista. Si Mabel fuera famosa, siempre saldría en las temidas páginas de “Las peor vestidas”, ya que sus jerseys (tan eclécticos como ella) se rigen bajo un nada claro criterio estético.

Las principales necesidades vitales de este personaje son la búsqueda de diversión y de animales bonitos. Su cerebro es una máquina perfecta hecha para encontrar en todo momento la mejor combinación de factores para divertirse más. Por supuesto, su sentido de la responsabilidad es igual o incluso menor que su sentido estético.

Es una outsider en toda regla, pero lo disimula demasiado bien siendo extrovertida. Su buena disposición y humor compensan que en ocasiones pueda ser torpe y bobalicona, pero incluso cometiendo errores, Mabel es demasiado querible. Es como un algodón de azúcar muy frenético.Una gran aportación a la programación de Disney.